El conjunto del ajedrez con el tablero y las piezas colocadas en posición inicial nos hacen recordar un campo de batalla, definido por unos límites en el cual se enfrentan dos ejércitos claramente diferenciados y prestos a entrar en combate mental....
La leyenda sitúa su nacimiento en la India, su inventor, un brahmán llamado Sissa Ben Dahir lo concibió para distracción y ocio de un rey, y fue tal el éxito del juego en aquella corte que ofreció a tan brillante inventor que eligiera su recompensa. El brahmán solicitó que le fuera entregado un grano de trigo en la primera casilla del tablero, dos en la segunda, cuatro en la tercera, y así seguir doblando la cantidad hasta completar las 64 casillas del tablero....la cifra final es tan elevada que sobrepasa la producción mundial de trigo de la actualidad.
Casi todos los escritos que hay sobre el origen del ajedrez tienden a realzar el influjo que ejerce a todo aquel que lo practica. Las leyendas se originan en diversas civilizaciones, pero en su mayoría se sitúan en el Lejano y Cercano Oriente. Dichas narraciones fueron transmitidas en forma oral, y los árabes, al ser los sucesores de la tradición cultural de la zona indopersa, por el derecho de conquista, fueron los que asimilaron las tradiciones del ajedrez a su cultura.
Una de las historias de los orígenes del ajedrez tuvo fuerte arraigo en la Edad Media que daba como inventor del juego a Palamedes, combatiente en la Guerra de Troya. Cuenta la leyenda que Ulises lo odiaba por ser su genio superior al de él, aunque el héroe de Troya finalmente consiguió ganar. Un estudioso llamado Souterus lo reconocía como posible creador del juego. La fuerte influencia que los clásicos griegos ejercieron en la Edad Media, sobre todo realzado por los trovadores y juglares que transmitían leyendas e historias por medio de la creación y la palabra, hicieron como valederos de la invención a Aristóteles, Platón y Arquímedes...., aunque ellos no tuvieron nada que ver con el tema.
En Bizancio los griegos jugaban a un juego con similitudes, mucho antes de la aparición del ajedrez en Europa, a través de la invasión árabe a España, llamado zatikión, los responsables en tal sentido fueron los persas. También existe una tesis sobre la creación del juego por parte de los egipcios en tiempos faraónicos, aunque en la actualidad esta tesis goza de poca aceptación.
En el siglo VII se encuentra fuertemente detallada la actividad ajedrecística en la cultura árabe a través de una inmensa colección de finales de partida denominados mansubat. Los mansubat están presentados como hoy en día lo está una revista de ajedrez de resolución de problemas, detallando el número de movimientos a realizar, indicando el bando que mueve y el que tiene que conseguir la victoria y/o el empate. Altos dignatarios del mundo musulmán tenían un fuerte arraigo con el ajedrez, encontrándose mansubat realizados por visires, califas o emires. Estas compsiciones pueden ser vistas como la primera gran manifestación de la introducción cultural del ajedrez en un pueblo. Para reproducir los movimientos, los árabes identificaban a las columnas del tablero por los nombres de las piezas que los ocupaban al inicio de la partida (de la torre, del caballo, etc), que fue utilizado por el rey Alfonso X el sabio.
No sabemos con precisión cuando, pero seguramente antes del siglo XI el ajedrez ya se encontraba difundido en buena parte de Europa. Durante mucho tiempo se insistió en torno a la posibilidad de que los francos del imperio carolingio ya la conocieran y la practicaran, aunque no hay certeza sobre este tema, con excepción del juego que supuestamente el califa Harum el Rashid habría enviado como presente al soberano junto a otros regalos, como un plan de buenas relaciones entre ambos jefes.
El juego inluye, entre sus piezas una figura femenina por lo que de ningún modo puede haber sido elaborado por un musulmán, no solo porque éstos nunca tuvieron esta pieza, sino porque los árabes tienen prohibida la reproducción de figuras de cualquier tipo. El envío se produjo poco después de la coronación de Carlomagno (en la navidad del año 800), y pudo tratarse de un regalo de boda. Se supone que la figura de la dama como pieza de ajedrez, llega a occidente con el juego que Carlomagno recibiera como obsequio.
La conciencia ajedrecística tarda bastante en germinar en las mentes medievales. Prueba de ello es que la bibliografía, en lo que se refiere al juego, es bastante escueta. En su gran mayoría se trata de composiciones de carácter literario, poemas épicos en francés antiguo, en alemán, en angolsajón en el que se dan cuenta del carácter extraordinariamente bélico que los medievales dieron a este juego. El ajedrez era en España y en otros países del Occidente medieval cristiano, una de las disciplinas que debía cultivar un futuro caballero, junto con los deportes ecuestres, la caza y la buena lectura.
La segunda gran incorporación es el escaqueado, es decir, la alternancia de casillas claras y oscuras, o claras y rojas, o rojas y negras, creando alfiles de colores distintos en ambos bandos, lo que no existía hasta aquel instante.
La metamorfosis del fizán en dama está ligado a la condición de la mujer en Oriente y en Occidente. Una pieza como la dama o reina, claro producto del amor cortés y la poesía trovadoresca, solo puede haber sido moldeado en el occidente medieval cristiano. En Oriente a la dama no se la ensalza, se la goza, se disfruta con ella los placeres de la carne sin culpa alguna, sin perdón ni arrepentimiento.
Etimológicamente el proceso operado en el caso específico de la dama, hizo que de fizán se pasara a alfereza, nombre que le da el rey Alfonso X el Sabio en su célebre manuscrito ajedrecístico. Las obras en latín la bautizan regina, en parte porque la Virgen María es la reina del cielo, en parte porque en la mayoría de las monarquías medievales la reina ocupaba un lugar importante.
La sociedad medieval solo podía entender un juego como el del ajedrez si al lado del rey se encontraba la reina. Ella es regente de sus hijos menores de edad, ella gobierna, toma decisiones, hace la guerra, hace el amor. Es un personaje importante y la compañía indiscutida del rey.
Y para finalizar algunas curiosidades sobre este juego tan apasionante:
En Bizancio los griegos jugaban a un juego con similitudes, mucho antes de la aparición del ajedrez en Europa, a través de la invasión árabe a España, llamado zatikión, los responsables en tal sentido fueron los persas. También existe una tesis sobre la creación del juego por parte de los egipcios en tiempos faraónicos, aunque en la actualidad esta tesis goza de poca aceptación.
En el siglo VII se encuentra fuertemente detallada la actividad ajedrecística en la cultura árabe a través de una inmensa colección de finales de partida denominados mansubat. Los mansubat están presentados como hoy en día lo está una revista de ajedrez de resolución de problemas, detallando el número de movimientos a realizar, indicando el bando que mueve y el que tiene que conseguir la victoria y/o el empate. Altos dignatarios del mundo musulmán tenían un fuerte arraigo con el ajedrez, encontrándose mansubat realizados por visires, califas o emires. Estas compsiciones pueden ser vistas como la primera gran manifestación de la introducción cultural del ajedrez en un pueblo. Para reproducir los movimientos, los árabes identificaban a las columnas del tablero por los nombres de las piezas que los ocupaban al inicio de la partida (de la torre, del caballo, etc), que fue utilizado por el rey Alfonso X el sabio.
No sabemos con precisión cuando, pero seguramente antes del siglo XI el ajedrez ya se encontraba difundido en buena parte de Europa. Durante mucho tiempo se insistió en torno a la posibilidad de que los francos del imperio carolingio ya la conocieran y la practicaran, aunque no hay certeza sobre este tema, con excepción del juego que supuestamente el califa Harum el Rashid habría enviado como presente al soberano junto a otros regalos, como un plan de buenas relaciones entre ambos jefes.
El juego inluye, entre sus piezas una figura femenina por lo que de ningún modo puede haber sido elaborado por un musulmán, no solo porque éstos nunca tuvieron esta pieza, sino porque los árabes tienen prohibida la reproducción de figuras de cualquier tipo. El envío se produjo poco después de la coronación de Carlomagno (en la navidad del año 800), y pudo tratarse de un regalo de boda. Se supone que la figura de la dama como pieza de ajedrez, llega a occidente con el juego que Carlomagno recibiera como obsequio.
La conciencia ajedrecística tarda bastante en germinar en las mentes medievales. Prueba de ello es que la bibliografía, en lo que se refiere al juego, es bastante escueta. En su gran mayoría se trata de composiciones de carácter literario, poemas épicos en francés antiguo, en alemán, en angolsajón en el que se dan cuenta del carácter extraordinariamente bélico que los medievales dieron a este juego. El ajedrez era en España y en otros países del Occidente medieval cristiano, una de las disciplinas que debía cultivar un futuro caballero, junto con los deportes ecuestres, la caza y la buena lectura.
La segunda gran incorporación es el escaqueado, es decir, la alternancia de casillas claras y oscuras, o claras y rojas, o rojas y negras, creando alfiles de colores distintos en ambos bandos, lo que no existía hasta aquel instante.
La metamorfosis del fizán en dama está ligado a la condición de la mujer en Oriente y en Occidente. Una pieza como la dama o reina, claro producto del amor cortés y la poesía trovadoresca, solo puede haber sido moldeado en el occidente medieval cristiano. En Oriente a la dama no se la ensalza, se la goza, se disfruta con ella los placeres de la carne sin culpa alguna, sin perdón ni arrepentimiento.
Etimológicamente el proceso operado en el caso específico de la dama, hizo que de fizán se pasara a alfereza, nombre que le da el rey Alfonso X el Sabio en su célebre manuscrito ajedrecístico. Las obras en latín la bautizan regina, en parte porque la Virgen María es la reina del cielo, en parte porque en la mayoría de las monarquías medievales la reina ocupaba un lugar importante.
La sociedad medieval solo podía entender un juego como el del ajedrez si al lado del rey se encontraba la reina. Ella es regente de sus hijos menores de edad, ella gobierna, toma decisiones, hace la guerra, hace el amor. Es un personaje importante y la compañía indiscutida del rey.
Y para finalizar algunas curiosidades sobre este juego tan apasionante:
- El juego más largo teóricamente posible es de 5949 movimientos.
- El primer tablero de Ajedrez con tableros alternos blancos y negros apareció en Europa en el año 1090.
- El número posible de maneras de jugar las primeras cuatro movidas por lado en un juego de Ajedrez es 319.979.564.000
- Ray Charles, el legendario Rey del Soul aprendió Ajedrez en el año 1965, después de haber sido arrestado y hospitalizado por su adicción a la Heroína...., la consecuencia de ello fue que gracias al Ajedrez dejó el vicio.
- La palabra Checkmate (Jaque Mate) del Ajedrez proviene de la frase Shah-Mat, que significa El rey está muerto.
- La primera estampilla postal referente a un motivo de Ajedrez fue editada en Bulgaria, en 1947.
- Un programa de computación llamado Deep Thought derrotó a un Gran Maestro Internacional por primera vez en noviembre de 1988, en Long Beach, California.
El ajedrez se puede jugar también a distancia, si lo quieres intentar te dejo elegir entre blancas y negras... ya sabes que las blancas son las que comienzan la partida. Besos.
ResponderEliminar¡Pues encantada! ¿Como negarme a una invitación tan interesante?.... Aprendí a jugar al ajedrez allá lejos en mi adolescencia, y con el tiempo se convirtió en un juego fascinante. Y ya que me dejas elegir..., utilizaré las piezas blancas.
ResponderEliminarBesos