martes, 29 de noviembre de 2011

Techos verdes o vivos, una manera de mejorar la calidad de vida urbana

TECHOS VERDES O VIVOS: UNA MANERA DE MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA URBANA






Los techos verdes son, en realidad conocidos hace siglos, tanto en los climas fríos de Islandia, Escandinavia, USA y Canadá, como en los climas cálidos de Tanzania. En las zonas de climas fríos calientan, puesto que almacenan el calor de los ambientes interiores, y en las zonas de clima cálido enfrían, ya que mantienen aislados los espacios interiores de las altas temperaturas del exterior. En estos techos, la vegetación  junto con la tierra moderan extraordinariamente las variaciones de temperatura en los ambientes de las viviendas. 

Debido a la concentración de edificios y tránsito vehicular, la vida en nuestras ciudades se ha vuelto insana. Los autos y la calefacción consumen el escaso oxígeno de hoy en día y producen sustancias nocivas en abundancia. Enormes superficies de hormigón y asfalto llevan a un sobrecalentamiento de la atmósfera de las zonas urbanas. En las noches de verano alcanzan, en el centro de una gran ciudad, temperaturas del aire de entre 4° y 11° más altas que en los suburbios.


Jardines y patios enjardinados, pero sobre todo techos y fachadas enjardinadas podrían mejorar el clima polucionado de las ciudades: el aire se purificaría, se reducirían considerablemente los remolinos de polvo y las variaciones de temperatura y los porcentajes de humedad disminuirían.  Los techos verdes además de influir en el mejoramiento del clima de la ciudad, también optimizan la aislación acústica. Además son considerados a largo plazo más económicos que las cubiertas convencionales, conduciendo a una construcción ecológica y económica. Algunos de sus beneficios son los siguientes:


Reducción de las superficies pavimentadas: Debido al excesivo incremento de las superficies selladas, surgen en las zonas de aglomeración urbana influencias negativas en el agua domiciliaria, la calidad del aire y el microclima. El mal clima en nuestras grandes ciudades podría mejorarse esencialmente a través de un aumento de superficies verdes, especialmente enjardinando edificios y reduciendo las superficies pavimentadas.


Producción de oxígeno, consumo de dióxido de carbono: La vegetación de los techos verdes toma, como todas las plantas, CO2 del aire y libera oxígeno, lo que sucede en l proceso que comocemos como fotosíntesis. Mientras que las hojas verdes sobre los techos aumenten se generará más oxígeno y se consumirá CO2. Si existe un equilibrio entre el crecimiento y muerte de partes de las plantas, siempre existirá la ventaja de que se extraiga CO2 del aire y quede almacenado en ellas.






Limpieza del Aire Las plantas pueden filtrar polvo y partículas de suciedad. Estas quedan adheridas a la superficie de las hojas y son arrastradas después de la lluvia hacia el suelo. A su vez las plantas pueden absorber partículas nocivas que se pesentan en forma de gas y aerosoles.


Reducción de remolino de polvo Los techos cubiertos de vegetación disminuyen considerablemente el recalentamiento de las superficies techadas. En Europa Central, por ejemplo, un techo plano aislado térmicamente cubierto por grava y no protegido por plantas, llega a los 60° con una temperatura del aire de 25° en un día de verano, y en circunstancias extremas llega hasta los 80°. Esto produce sobre los techos un movimiento de aire ascendente (llamada térmica). Mediante techos enjardinados se puede reducir en gran proporción este movimiento del aire, ya que sobre áreas verdes no surge ninguna temperatura térmica, ya que al rayo del sol la temperatura en el colchón de pasto es permanentemente inferior a la temperatura del aire.


Efecto de aislación térmica: Algunos de los efectos de aislación térmica son las siguientes:



  • El colchón de aire encerrado hace el efecto de una capa de aislante térmico. Cuanto más denso y grueso sea mayor será el efecto.
  • Una parte de la radiación calórica de onda larga emitida or el edificio es reflejada por las hojas y otra absorbida, de forma que disminuye la pérdida de radiación de calor en el edificio.
  • Una densa vegetación impide que el viento llegue a la superficie del sustrato. Como allí casi no existe movimiento del aire la pérdida de calor por efecto del viento se acerca a cero. En edificios viejos ailados, sin protección térmica  mejorada, la pérdida de calor por convección puede ser mayor del 50%. Una densa capa de plantas lograría el más eficaz ahorro de energía.
  • De mañana temprano, cuando la temperatura exterior es más baja y la diferencia de temperatura y la pérdida de calor de los ambientes calientes hacia afuera es mayor, se forma rocío en la vegetación, lo que aumenta la temperatura en la capa de vegetación , de modo que a través de esto la pérdida de calor transmitida nuevamente se reduce.



Protección contra incendios Un enjardinado en el techo ofrece una protección ideal contra incendios para techos propensos a tomar fuego. En Alemania los techos verdes son válidos como incombustibles y son clasificados como cerramientos superiores pesados. 


Algunas investigaciones muestran que los techos verdes, mediante su efecto de parachoque y retardo, alivian considerablemente las redes de alcantillerado de la ciudad, quw siempre deben ser dimensionadas para las precipitaciones máximas. En los sitemas separativos de desagüe podrían incluso suprimirse las redes de alcantarilla para aguas pluviales, si el resto del agua se pudiera filtrar en el terreno.


Percepción de aromas: Hierbas silvestres en el techo verde, como, por ejemplo, tomillo, lavanda y clavelesproducen aromas agradables. En contraposición los techos con bitumen producen con la radiación solar emanacionesque no solo transmiten olores desagradables, sino que también pueden ser perjudiciales para la salud.


Efectos estéticos y psicológicos Es distinto el efecto que produce un techo de grava o con bitumen negro-grisáceo, que el de un techo de hierbas silvestres con su belleza natural, sienta bien a nuestro estado de ánimo y el espíritu humano. La vista del verde, además, previene los estados depresivos y aumenta el rendimiento. Un techo verde vive y anima a aquel que lo mira.


No solo la época del año modifica la apariencia formal del techo verde, sino que también existen variaciones a causa de los diversos agentes atmosféricos, y a través del transporte de semillas por pájaros y viento.Queda una comunidad vegetal que soporta heladas, sequías y viento, y que de acuerdo a la época del año tiene diferentes colores y formas, y además incluso en invierno sigue verde. A todo ello habría que añadir que una casa enjardinada (o con techos verdes) se ajusta más facilmente al entorno, integrándose al paisaje con muchísima facilidad, particularmente cuando el techo llega hasta el nivel del jardín y por lo tanto, la vegetación de éste sube por los techos.


La ciudad no es un ente individual, más bien está unida a un contexto, donde los componentes que lo hacen vivir son los del medio ambiente: el aire, la tierra, el sol, el agua, la flora, la fauna, el ser humano, etc.No podemos seguir pensando de una manera segmentaria, estamos viviendo un cambio de paradigma, él nos muestra como para cada acción hay una reacción y todo en el mundo está interconectado. Bajo estos conceptos, la ciudad se ha  convertido en una parte integral del medio ambiente., siendo los techos verdes (o vivos) no solo agradable a la vista, sino que también una manera muy eficaz de cuidar y proteger el mendio ambiente. 


















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